Conozca sobre los signos del zodiaco, astrología y su carta astral. En esta entrada hablaré sobre el signo Tauro. ¡Bienvenidos!
Imagínense lo siguiente. Si es hombre se le puede complicar… llega Brad Pitt, el tipo del Capitán América o el galán que usted quiera. A su casa. En helicóptero. Perfumado. Con flores. Con los manjares que usted sueña. Prometiendo amor eterno. Ligero de ropa. Con aceite de coco. Dispuesto a lo que usted quiera…
Y no estoy hablando de ser interesado. Nada más alejado que eso… solo trato de tangibilizar la energía de los que nacen en el signo de Tauro, o con una energía taurina muy fuerte en su carta natal: la necesidad impulsiva por el disfrute de lo que ofrece el mundo, los sentidos, el cuerpo.
Esto se debe a 3 razones. La primera tiene que ver con que, en astrología, Tauro es un signo de tierra y fijo. Traducido al español, es un signo con necesidad de lo material y lo práctico y por lo tanto, de fiarse del cuerpo y de sus sentidos para dominar y aprehender el mundo tangible. Poniéndonos más pesados espiritualmente, Tauro representa el impulso del sol (el espíritu) estableciéndose en el mundo material, o en la “encarnación”… y por tal razón el cuerpo es el templo que toca cuidar, consentir, alimentar, escuchar… es lo primordial.
La segunda tiene que ver con la leyenda mitológica de la constelación (donde por cierto se encuentran las Pléyades, ese cúmulo de 7 brillantes estrellas de las cuales un par de locos conspiracionistas, así como innumerables culturas milenarias dicen que vinieron seres a este, nuestro mundo hace millones de años…) Zeus o Júpiter, ese irresistible Ryan Gosling del Olimpo, que enamoraba a cualquiera con solo bostezar, quedó flechado por la bella mortal Europa… esta vez y para despistar al enemigo (su temible, y con razón, esposa Hera), optó por encarnar en un toro para satisfacer su impulso carnal. Cuando Europa fue toda tierna a consentirlo, este la raptó y se la llevó hasta la isla de Creta, donde le reveló su verdadera identidad… y pues, ya era tarde para Europa… con su síndrome de Estocolmo a flor de piel, no tuvo más opción que hacerle caso a sus impulsos naturales y derretirse ante la seguridad que le hacía sentir este portento estelar y precursor del hipsterismo, que seguro le prometió cielo y tierra.
Bueno y la tercera razón, como lo vimos en una entrada anterior (clic aquí), Tauro es regido por Venus, el planeta del deseo, del placer y de mis gustos personales, como forma de establecer mi identidad material. Por eso es que ellos tienden a la búsqueda, en ocasiones egoísta y hedonista, del placer por el placer, de lo que es tangible. Por eso también dicen que en sus rasgos negativos son en exceso materialistas o superficiales. Pero no es su culpa. Simplemente es su necesidad inconsciente de encontrar, como el toro, su seguridad, su estabilidad para sus necesidades básicas y la de los suyos. Y en ese camino es normal que comience a sentir un apego excesivo por las cosas, por lo que tiene un valor material, con el que puede acumular, construir, darse lujos, consentirse, cuidar de lo que posee y de los suyos…
Por eso su frase preferida es YO TENGO. Y cuando siente que tiene y domina la situación todo sobre ruedas: es práctico, paciente, conservador, doméstico, sensual, concienzudo, confiado, sensible artista, leal. Pero cuando no, téngase… al no poder mantener el estatus quo, pues además los cambios y lo que no controla lo derrumban, llega la depresión, la pereza y la comedera… y se vuelve amarrado, obstinado, mal humorado, más posesivo de lo normal y hasta acumulador.
Se dice que es un signo de servicio. Y para sacar lo mejor de sí, tiene que dejar de ser el toro salvaje y a la defensiva, hasta convertirse en la maternal vaca que cede el elixir de la vida, la leche que sustenta para el bienestar de los demás. Y para logarlo, siempre tiene a la paciencia, la constancia, resistencia y la obediencia de su lado, así como un obligante sentido del deber como otra de sus más altas virtudes, o la mayor de sus condenas, sino no sabe utilizarlo a favor. Todo depende de usted. Eso sí, acuérdese que usted es mucho más que su signo de nacimiento, y para eso está el poder de su carta natal.
Ahora, imagínense lo siguiente. Si es mujer se le puede complicar… llega Angelina Jolie, o Gal Gadot, la nueva Mujer Maravilla, o la vieja que usted quiera. A su casa…
Acá un video hablando del signo de tauro.
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