En las siguientes entradas hablaremos de las 12 casas astrológicas en la carta astral, los escenarios de la película de nuestra vida, en donde nos podemos apropiar y encontrarle el propósito a nuestra existencia.
Si su casa 4 no está muy bien que digamos, tenga paciencia… le va ser bien difícil, por ejemplo, independizarse de la casa temprano… ojalá haya cogido el mejor cuarto.
La Casa 4 en astrología, que es afín al signo de Cáncer (el cangrejo con su caparazón: la casa a cuestas) es la que nos habla de nuestro hogar, y nos da pistas del dónde venimos, de nuestros orígenes, nuestras raíces. Representa también a la familia, a nuestro país, y en especial, al padre (en ocasiones a la madre), y la imagen que tenemos de él.
En esta casa entones podemos ver cómo era y será nuestro ambiente familiar y nuestras relaciones, pero también cómo es el tipo de hogar que nos gustaría tener y construir en el futuro.
El hogar representa resguardo, tranquilidad, consentimiento, armonía… en pocas es el lugar donde nos sentimos seguros. Es por esto que de alguna manera, también nos hablará de nuestro hogar “interno”, nuestras necesidades emocionales y los cambios que podemos tener en relación en este ámbito de la vida.
Algunas curiosidades de la casa 4:
- Si su casa 4 está cargada con muchos planetas, pueden existir gustos por lo antiguo, ser bien casero, o tener muchos apegos inconscientes, arraigos y costumbres que lo atan. También puede significar una compleja vida emocional.
- Un marte en mal estado puede implicar que su casa es “hostil”, fuente de peleas y confrontaciones y, por lo tanto, la necesidad de emanciparse rápido para evitar dolores de cabeza innecesarios o recibir más chancla de la necesaria.
- Con Júpiter, indica usualmente una casa abundante, grande, jovial, espiritual, incluso raíces extranjeras o que uno de los padres nació o vivió un buen tiempo fuera del país.
- Venus fomenta el amor, la armonía, la inclinación artística en casa, e incluso familiares bastante agraciados.
- Saturno en la casa 4 puede indicarnos carencias en el hogar, responsabilidades excesivas y un padre cansón y demasiado autoritario en la infancia.
La casa 4 también nos habla de cómo serán nuestros últimos años de vida, por eso, el que tenga planetas benéficos en esta casa como Júpiter, Venus o el sol, podrá estar casi seguro que de viejo no va a terminar arrimado en un asilo.