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Conozca sobre los signos del zodiaco, astrología y su carta astral. En esta entrada hablaré sobre el signo Libra. ¡Bienvenidos!
Me acuerdo de mi señora madre. Siempre poniéndose en los zapatos de otros. No le importaba si fueran pequeños, grandes, estuvieran rotos, fueran increíblemente costosos, de tacón puntilla o infestados de pecueca… gran habilidad metafórica que cualquier diplomático del mundo envidaría.
Así es. Una Libra innata. De esas que todo lo Equi-LIBRA: la función principal de las personas que tienen una gran influencia de esta energía en su carta natal, y que viven en la búsqueda del balance entre 2 partes, de la perfecta relación entre “yo” y los “otros”.
De ahí el símbolo que sale en algunas revistas: la balanza. Sin embargo, el símbolo primordial de este signo es un semicírculo sobre dos líneas horizontales, evocando el paso del sol por la línea del horizonte, que sigue su camino al hemisferio sur de nuestro planeta, representando el punto de equilibrio donde el día nuevamente se parte exactamente en dos: 12 horas de luz, 12 horas de oscuridad… el equinoccio de otoño… el comienzo del “fall”… el comienzo de la caída del sol, donde la luz va muriendo lentamente para darle pasa al reinado del oscuro invierno.
Nadie ha dicho que a veces no se les salte la piedra. A quien no. MI madre incluso me dio un par de fuetazos de pequeño. Y se los agradezco. Pero sí es indiscutible la necesidad de los Libra por conciliar constantemente entre las partes. Evitando las disputas. Los odios. Por eso se la llevan bien con el que sea. Por eso son grandes parejas. Por eso son grandes mediadores.
Las razones pueden ser muchas. Aunque usualmente tiene una misma raíz: no “son” sin el “otro”. Con tal de no sentirse solos desarrollan esa asombrosa habilidad que los caracteriza de meterse en el cuerpo del vecino. Del esposo. Del colega. Del desposeído. Del enemigo. Porque siempre ven las 2 caras de la moneda.
Pero esta es también su perdición. Eso los puede poner en una constante indecisión, una de sus mayores angustias existenciales: ser ellos o ser lo que los otros quieren y necesitan. Pero si han logrado un cierto dominio de sí mismos, un complemento interno, logran el balance perfecto entre su mundo y el de otros. Entre lo racional y lo ideal. Entre ser y dejar ser: la mezcla anhelada de la armonía celestial. Arte divino en estado puro… por más que de vez en vez necesiten, por simple salud mental, inclinarse a un lado de la balanza… nadie ha dicho que sea tarea fácil estar satisfaciendo a todo el mundo. Pero que no se les vaya la mano. De lo contrario, pueden quedarse en un solo lado, volviéndose extremistas, radicales, indolentes, rehusándose a ver el otro lado.
Por lo demás, todos sabemos de las inigualables bondades de las personas que tienen algo de Libra en su esencia. Son especiales. Como también es especial ese súper poder, uno de los que más envidio: el de establecer un balance justo, noble y armónico con quienes nos rodean. Pero nunca es tarde para aprenderlo. Más aún cuando uno tiene a la mejor maestra. Y sin el más mínimo temor de que se me pegue la pecueca.
Sebastián Aguirre
Carta Astral
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