Nota para el lector: cada artículo de este blog es para compartir el encantador mundo de la astrología y para mostrar, que leerse la carta astral o carta natal, es la mejor herramienta de autoconocimiento para volverse el protagonista de su vida.

Una vez, de pequeño, mi mamá me habló de la Venus de Milo. Simplemente no lo podía creer. Pero cuando la vi en una enciclopedia (seguro en la Salvat), me decepcioné por completo… es decir, bastante bella, pero lo que yo esperaba y deseaba, es que literalmente estuviera toda hecha de Milo.

Sin embargo, desde esa edad Venus ya estaba ejerciendo su efecto inconfundible: la necesidad de la plena satisfacción del placer per se. Después de todo, y como dice Liz Greene en su libro Los planetas interiores (una de las duras en astrología), la función de Venus es “convertirse en una encarnación del divino objeto del deseo y en fuente de placer”. Algo que desde la religión y la sociedad con su doble moral se ha tergiversado, dando como resultado la condena de esa otra expresión de lo femenino. La mujer no es solo lo maternal, es también la sensualidad y el erotismo, función arquetípica absolutamente necesaria no solo para perpetuar la especie, también para desarrollar el amor propio y la seguridad individual, logrando así separarse del vínculo materno para desarrollar el amor por todo lo demás.

En la antigüedad este poder se reconocía en deidades como Hathor en Egipto, Inanna en Sumeria, Ishtar en Babilonia y Afrodita en Grecia, antes de convertirse en la Venus romana, donde se le conocía como el planeta del “benéfico amor”.

Su emplazamiento en una carta natal representa el área donde realmente gozamos, así como a la mujer y en general a los contactos emocionales y sociales con el otro. Representa el amor propio, así como la exteriorización del mismo y su búsqueda por medio de nuestros valores y gustos. Por esto es que está relacionado con nuestros talentos y con todas las expresiones culturales y artísticas, con la búsqueda de lo estético. Representa también lo que atrae a otros, nuestro encanto y buen gusto, la necesidad de la sensualidad, de la armonía y del equilibrio, así como el gusto por lo que poseemos, por eso también está relacionado con el valor del dinero.

Rige a al signo de Tauro y libra. Es el tercer miembro más visible de nuestro sistema solar y toma 224 días aproximadamente para completar su circuito alrededor del Sol, mientras que un día de venus representa 243 días terrestres, más largo que su año y, por si fuera poco, gira contrario a las manecillas del reloj, el opuesto de los otros planetas… como diría mi tío: con razón no todos las entienden…

Digan lo que digan, esta energía en ocasiones egoísta, en ocasiones rebelde, es indispensable para la exaltación de la mujer, así como para la exaltación de virilidad en el hombre. Al contrario de lo que pregonan las feministas y con todo respeto, pero qué desgracia querer ser fisicoculturista o dejarse el pelo de las axilas, o tener que odiar al hombre y tener que parecerse al él, para poder sentirse mujer. Saquémonos eso de la cabeza. Por algo es que dirán que en la variedad está el placer.

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